martes, 24 de noviembre de 2009

Internet Gratis

Hace tres o cuatro años se pusieron de moda los proyectos de "municipal wireless", internet gratis para todo mundo como un servicio municipal a la manera del alumbrado público o la recolección de basura.

Gobiernos locales desde Los Angeles, Philadelphia, Boston y, en México, el D.F. y jalisco entre otros anunciaron sus planes de cobertura completa. Toda la ciudad tendria acceso a internet gratis. Algunas ciudades preveian el financiamineto del servicio gratuito a partir de un servicio "plus" de mayor capacidad por el cual se cobraría, no era el caso del D.F. ni Jalisco.

Varias empresas, por ejemplo Google, llegaron a acuerdos con gobiernos locales para la construcción de las redes de Wi-Fi en postes electricos, semaforos, etc. En Mexico, Marcelo Ebrard, anunció la llegada del servicio en toda la ciudad de México.

La moda del municipal wireless se fué tan rapido como había llegado. Las dificultades de implementación y los costos que resultaron sustancialmente más grandes de lo que inicialmente se pensaba, acabaron con los sueños guajiros de internet barato y abundante. Incluso en la Ciudad de México Marcelo Ebrard de repente dejo de mencionar el asunto.

Mi opinión:

El problema con esta idea fué que no se tuvo cuidado en pensar que las redes de acceso a internet son más complicadas de lo que un gobierno puede manejar y los costos de acceso o de conectarse a la red son más altos de lo que imaginaron.

El simple costo por conectarse a un backbone de un ancho de banda decente, es algo que un gobierno smplemente no puede sostener, pues se convierte en un gasto fuerte per capita que sería probablemente suboptimo, un subsidio a los ricos, y que seria suceptible a recortarse a la primera oportundad en que el gobierno tuviera problemas presupuestales.

Adicionalmente, esta el problema de los incentivos. Una red privada de acceso se mantiene eficiente porque los clientes estan siempre amenazando a la empresa con dejar de pagar si ésta no cumple con sus expectativas. La empresa se ve forzada a pagar suficiente por su conexión a los backbones, invertir en cubrir las lagunas de cobertura de la red y responder rapidamente a las quejas de los clientes.

Estos incentivos no existirían en el caso del municipal wireless.

La moraleja: La zanahoria y garrote que supone la posibilidad de cancelar el servicio es algo que obliga a las empresas a proporcionarlo de una calidad aceptable. En ausencia de tales instrumentos en manos de los consumidores, el servico prestado por el gobierno seguramente caeria a un nivel de calidad y confiabilidad infimo.

La unica opción para que tal esquema funcione, sería la de convertir el acceso a Internet en una "utility" de verdad, como el agua potable. Es decir, si el gobierno se convierte en monopolio del acceso a internet, a la gente no le quedaría de otra que aguantarse y presionar por la mejora del servicio, el cual de cualquier manera sería malo, congestionado, con descomposturas frecuentes que tardarían varias horas o dias en arreglarse (como en el agua potable).

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